Ésta celebración tiene raíces ancestrales, y su significado está imbuido de simbolismo y mitología. Sus orígenes se sitúan en Egipto, donde se veneraba a la Diosa Isis, también conocida como la Gran Diosa Madre,cuya fuerza fecundadora daba vida a la naturaleza.
La representación de Isis en la astrología y la astronomía se asocia con la estrella Sirio, la más brillante del cielo nocturno. Sirio representa el hogar de Isis, la posición de Sirio en el cielo nocturno también se relaciona con el inicio de la inundación del Nilo, que fue vital para la agricultura en el antiguo Egipto.
Por lo tanto, la diosa Isis y la estrella Sirio están estrechamente ligadas a la fertilidad y la prosperidad.
En cuanto a la celebración del día de la Madre, se remonta a la época faraónica, donde se rendía homenaje a la diosa Isis como símbolo de la maternidad y la fertilidad. Actualmente, el Día de la Madre en Egipto se celebra el 21 de marzo, coincidiendo con el equinoccio de primavera y el inicio del nuevo año astrológico.
Desde un punto de vista científico, se ha demostrado que el ciclo de las estaciones y la posición de las estrellas tienen un impacto en la vida en la Tierra, incluyendo la fertilidad de la tierra y la vida vegetal y animal.
La Diosa Isis y la estrella Sirio son un ejemplo de cómo las antiguas culturas relacionaban los fenómenos astronómicos con la vida en la Tierra.
En resumen, el Día de la Madre en Egipto y la diosa Isis tienen un significado profundo en la mitología egipcia y la astrología y astronomía. Desde la relación de la diosa Isis con la estrella Sirio hasta su asociación con la fertilidad y la prosperidad, esta celebración y divinidad nos recuerdan la importancia de la naturaleza y su conexión con el universo y el cosmos.
