Shakti, principio femenino y energía primordial del universo

Es más que una divinidad y eje central del credo shakta: de hecho, toma la forma de diferentes diosas según la tradición y momento histórico.

Te quiero información para despertar tu energía femenina creativa. ¿Nos acompañas?

Shakti o Śakti, en sánscrito, puede traducirse como energía, habilidad, fortaleza o fuerza, entre otros términos. Es la energía cósmica primordial: creativa, mantenedora y destructora.

 El otro gran aspecto de Shakti es que es el principio femenino. En determinadas corrientes del hinduismo, es previo al masculino y, de hecho, contiene ambos principios, por lo que representa a la Divinidad Suprema. Es importante comprender que es una energía superior a una Devi concreta: las envuelve a todas. Tiene infinitas formas, no tiene inicio ni final y estará siempre.

Shakti es la única verdad.

La divinidad trascendente de Shakti se manifiesta y, al mismo tiempo, no se manifiesta. En algunas leyendas, aparece como avatar de Parvati o como Kali, alumbra al Universo como energía creadora y está presente durante y tras su destrucción, permitiéndole regenerarlo. Los historiadores de las religiones la ubican como la tercera divinidad más venerada en el valle del Indo, solo después de Vishnú y Shiva. Shakti también es conocida como Mahadevi (Gran Diosa), la consorte de Mahadev (Shiva), adoptando tradicionalmente la figura de Parvati, Sati o Durga, entre otras.

Dentro del hinduismo, la corriente Shakta considera a Shakti como una figura clave en su espiritualidad, siendo el ser supremo que contiene las energías de Shiva y Parvati. Como diosa principal, recibe los nombres de Adi Shakti o Adi Para Shakti. Shakti es el alma del Universo y fuente de riquezas, conocimiento, fe, fortaleza, modestia, perdón, y muchas otras cualidades. El mito de Parvati y Shiva ilustra que sin el principio femenino, el mundo no puede funcionar adecuadamente, ya que es la base de todo equilibrio.

Ganesha, hijo de Parvati y Shiva, la energía de Shakti

Según la filosofía tántrica, al principio solo existía el dios Shiva, el principio masculino de todo, en silencio. Pero entonces Shiva se miró el ombligo y lo que era uno se transformó en tres.

Ese momento en que la creación se mira a sí misma se llama Shakti, es el principio femenino, la gran diosa que, según la cosmogonía hindú, se casó con Shiva para darle energía vital a todo lo que existe y para llevarnos de regreso a la unidad. Es esa capacidad que tiene la existencia (la unidad) de dividirse en tres (vos leyendo, esta nota siendo leída y el proceso de lectura) para después volver a unirse en la comprensión de que somos una unidad.

Puesto en términos más científicos: la existencia era un punto, un todo. A partir del Big Bang, se creó el espacio; después, las estrellas, que se enfriaron en planetas; y estos tuvieron agua, minerales, microbios, vegetales, animales..., hasta que un animal, el ser humano, se separó de la creación para entenderla. Así, la inteligencia del universo generó una especie de "franquicia inteligente" para que juzgara la creación. En este momento humano se produce una separación entre sujeto perceptor, proceso y objeto percibido.

 Cuando miramos a nivel microscópico, cualquier cosa está hecha de moléculas; y estas, de átomos; y estos, de núcleo, protones y electrones. Pero... ¿de qué están hechos los electrones? La física cuántica nos habla de una sutil energía vibratoria que es el "material" elemental del que, en último término, están constituidas todas las cosas. Se trata de la misma energía que los antiguos sabios percibieron como una expresión del principio femenino: Shakti, que tiene el nombre científico de súper cuerda o campo unificado.

¿Cómo identificar a Shakti?

Unirse con Shakti significa trascender la separación y retornar a la unidad. Desde niños, experimentamos esa unidad con los demás y el mundo. Sin embargo, conforme crecimos, el intelecto y la cultura nos enseñaron a distinguir lo que está bien y mal, y presenciamos un sufrimiento que contradecía nuestra alegría innata. Esta toma de conciencia nos hizo notar las diferencias, conflictos y peligros, lo que nos asustó y nos llevó a perder la confianza. Empezamos a creer que los problemas y soluciones, la desdicha y la felicidad, estaban fuera de nosotros. El gran desafío es abrazar la experiencia humana y reconectar con la fluidez y alegría natural que teníamos de niñas. Al reconectarnos con esta energía, experimentamos un estado poderoso de fluidez y unidad con el universo.

Esta expansión de conciencia ocurre de manera orgánica, sin forzarla. Debemos liberarnos de la idea de que todo depende exclusivamente de nuestro esfuerzo y dejar de sentir que "todo depende de mí". Esta mentalidad solo nos agota y nos vuelve controladoras. En cambio, Shakti opera a través de la energía femenina de soltar y relajar. Desde ese espacio, surgen las respuestas adecuadas, potenciamos nuestra creatividad y nuestra capacidad de amar.

¿Cómo conectarse con esta dimensión?

• Seguir influencers con mensajes inspiradores: puede ser un maestro o puede ser la verdulera de la esquina. Hay gente iluminada en los lugares más inesperados.
• Detente un momento: observa lo que fluye en tu vida y qué no, qué de lo que tuviste fue y es sin esfuerzo. R
• Más que alimentarte, nútrete: mantente libre de toxinas y con energía. Cuanto más sensibles somos, más experiencias metabolizamos. Ten una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, semillas, brotes.
• Has ejercicio: ayuda mucho estar en contacto con la naturaleza diariamente.
• Practica la espiritualidad a tu manera: puede ser yoga, meditación, escuchando música, platicando con amigos, bebiendo ejercicios de respiración. Lo que haga vibrar a tu espíritu.
• Se flexible: de nada sirve la fuerza sin flexibilidad. No resistas, sino acepta lo que sucede y, si es necesario, toma acción.